sábado, 3 de agosto de 2013

Las Pavías de la Sacramental, una terraza de verano en pleno centro

 
Un plato que se ha hecho célebre dentro y fuera de Tomares. Numerosos vecinos de toda la provincia, además de los asiduos de la localidad, han degustado ya durante el mes de julio este sabroso plato. Todo sea por una buena causa, ya que parte de los beneficios se destinan a obra social.
Cientos de personas han probado ya este verano las famosas Pavías de la Hermandad Sacramental. Un plato que se ha hecho célebre dentro y fuera de Tomares. Numerosos vecinos de toda la provincia, además de los asiduos de la localidad, han degustado ya durante el mes de julio el sabroso y afamado plato. Todo sea por una buena causa, ya que los beneficios se destina a obra social y a fines de la Hermandad.
Como asegura el Hermano Mayor de la Sacramental, Javier Rueda Maguillo, “Este verano estamos muy contentos. Aunque no hacemos balance hasta final de verano, haciendo una comparativa con el año pasado, vamos un poquito mejor. Estamos recibiendo visitas de muchos pueblos del entorno”.
Su elaboración casera, su receta ancestral, su ingrediente secreto, su toque maestro y su sabor particular atraen cada fin de semana a nuevos comensales a esta tradicional cita veraniega en un enclave histórico y mágico.
El patio de la Biblioteca Municipal de la antigua Hacienda Montefuerte, que se convierte cada sábado y domingo de julio y agosto en una terraza de verano. Todo se levanta durante dos días y se llena de un estupendo ambiente.
Pero si pasea entre semana descubrirá que nada es lo que parece. El bullicio del fin de semana da paso al silencio de los estudiantes. Las mesas desaparecen y el hipnótico olor de pescadito frito se desvanece.
“Las pavías de merluza y bacalao son el plato estrella, pero también hay otras tapas” que se han ido abriendo paso a lo largo de los años. “El montadito Veracruz de lomo, jamón y salmorejo, es también muy demandado”, aunque no le hace sombra al pescado rebozado. “También salen mucho los pinchitos y las ensaladillas”, comenta el Hermano Mayor.
Aquí todo es casero. Y para terminar, lo que si que está teniendo mucho auge son los postres. Cada semana varían y a cada cual más apetitoso. Tartas de chocolate, arroz con leche, bizcochos, flanes, tiramisú. Los lleva el grupo joven de la Hermandad, pero las preparan madres y abuelas.
Un toque dulce para terminar la velada, en un enclave como es el patio de la antigua Hacienda Montefuerte, que se convierte cada fin de semana de julio y agosto en una atractiva terraza de verano con veladores al aire
libre, rodeado de amigos y vecinos.
Todo sea por una buena causa, ya que todo lo recaudado va destinado a los fondos de la Hermandad, para obra social y mantenimiento y mejora de enseres. Todo el que quiera puede colaborar, elaborando un plato o con aportación económica.

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